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¿Es usted alguien que le gusta acurrucarse contra su pareja por la noche? ¿O es que tiende a despertar en el otro lado de la cama, mirando a la pared? Una nueva investigación muestra que la posición en la que dormimos es muy reveladora con respecto a la fortaleza de nuestras relaciones.
La clave es la distancia entre las parejas, según un estudio de 1100 personas. Las parejas que duermen menos de una pulgada de distancia son mucho más propensos a ser felices juntos de las que mantienen una brecha más ancha de 30 pulgadas.
Las parejas que pasan la noche haciendo contacto físico son más felices que los que no se tocan. La investigación, publicada hoy en el Festival Internacional de Ciencia de Edimburgo, esta basada en el trabajo del psiquiatra Samuel Dunkell.
Él descubrió que las personas que duermen acurrucados en la posición “pleno fetal” es probable que sean indecisos, ansiosos y sensible a las críticas.