Bella, radiante, esbelta y a la moda, forman parte de algunos de los deseos que toda novia quiere cumplir el día de su boda, pero la obsesión por ello, impulsó a una joven a vender su casa para costear su operación y poder lucir delgada en esta ocasión tan especial.
Tsia Pullen solo quería deshacerse de unos cuantos kilos, sin embargo la presión de la cercanía de la fecha de su matrimonio la llevó a tomar decisiones apresuradas, vender su única propiedad, por la cual consiguió obtener 19.000 euros, tras liberar la hipoteca de la misma.
Tsia se gastó 15.000 euros en varias operaciones de estética, entre ellas una banda gástrica con la que perdió siete tallas de ropa.
“La gente pensaba que estaba loca, tenía un jardín enorme y una bonita casa pero lo que más quería en el mundo era verme guapa el día de mi boda”, asegura la recién y delgada casada.
La joven debió viajar en el 2006 hasta una clínica en Bélgica para operarse por primera vez, intervención que le costó unos 6.000 euros.
En dos años logró bajar catorce tallas pero en 2008 volvió a Bélgica para someterse a otras tres operaciones: brazo, muslos y levantamiento de senos. Tres meses después se sometió a una liposupción.
Volvió a entrar en quirófano, de nuevo, para un levantamiento de senos. En total Tsia gastó 15.000 euros en siete operaciones de estética. La chica asegura que luego de cada operación “dolorosa” se repetía que valía la pena los resultados. “Tengo más confianza en mí misma y me siento como una persona nueva”, admite.
No fue sino hasta mayo de este año que Tsia y su novio dieron el sí ante el altar. “Tenía mi vestido de novia ajustado y me sentí como una princesa. No me arrepiento de ni uno de los centavos que he gastado en cirugía estética”, asegura la joven.
