Viene de ganar por tercer año consecutivo el título de bateo. Finalizó con .348 (555-193) sacó 43 jonrones y remolcó 137 carreras. Anotó 103 veces y fue líder en OBP (.442) y slugging (.636).
Cabrera vivió, empero, un mes de septiembre atípico. Soltó sólo un jonrón, remolcó siete y promedió .278, su peor mes de la campaña. Esto, es evidente, se debió a las lesiones.
En la temporada regular, el antesalista de los felinos dejó marca de .240 (23-11) con un jonrón y cuatro remolcadas contra los californianos. Esto demuestra que pueden dominarlo. Lo que no sabemos es si sano responderá mejor. Es un reto grande tanto para él como para su equipo. Es demasiado importante que esté al 100 por ciento a la hora de comenzar la acción.
El año pasado la serie particular entre ambos conjuntos quedó 4-3 a favor de los felinos, en este 2013 fue 4-3, pero en contra. Cabrera en 2012 bateó contra Oakland para .250 (20-5) en cinco partidos de postemporada. En esta serie súper corta, cinco para ganar tres, está prohibido perder. Por eso se debe reposar.