Muchos niños sueñan en convertirse algún día en el próximo Messi o Ronaldo, pero no son sólo los más chicos quienes fantasean con ser jugadores de fútbol profesional. Algunos adultos también confiesan tener esa misma ilusión.
Uno de ellos es Evo Morales, el presidente de Bolivia, quien a pesar de ostentar el cargo más alto de su país admitió en varias ocasiones que a él le hubiera gustado dedicarse al fútbol.
Ahora el mandatario verá cumplido su deseo: el club boliviano de primera división Sport Boys Warnes, sorprendió al anunciar que entre sus contrataciones para la próxima temporada incluirá al jefe de Estado, quien lucirá la camiseta número 10.
El anuncio lo realizó el presidente del club, Mario Cronenbold, amigo personal de Morales.
"Le enviaremos (al presidente) el listado de los partidos de la temporada y él podrá elegir en cuáles quiere jugar", afirmó Cronenbold durante una conferencia de prensa para dar a conocer el histórico fichaje.
El dirigente aclaró que Morales sólo jugaría unos minutos y no el partido completo.
Amor por la pelota
Morales, de 54 años, es famoso por ser apasionado del fútbol. El mandatario suele jugar con el equipo presidencial y ha disputado un gran número de encuentros con equipos diplomáticos de otros países, organizaciones internacionales y sociales.
En 2007 jugó un partido a 6.000 metros sobre el nivel del mar para protestar contra las iniciativas que proponían prohibir a Bolivia disputar encuentros internacionales en altura.
Si el mandatario pisa la cancha como jugador del Sport Boys en el próximo torneo local, que comenzará en agosto, no sólo se convertirá en el primer presidente en ejercicio de un país que juega al fútbol profesional.
También podría ser uno de los jugadores más longevos del planeta en primera división.
El vocero del club, Fernando Valverde, dijo a BBC Mundo que Morales ya envió los documentos necesarios para realizar su fichaje.
"Cobrará el salario mínimo, de 1480 bolivianos (unos US$211) por mes", contó.
Para contratarlo, el club deberá pedir su transferencia debido a que el presidente ya estaba registrado como jugador del equipo de tercera división Litoral, de La Paz, para el que jugó un partido en abril de 2008.
Acostumbrados a hacer historia
El Sport Boys es uno de los equipos más pequeños de la primera división de Bolivia.
Se trata de un club provincial, cuya sede está en Warnes, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el sudeste del país.
Sport Boys logró el ascenso a primera división el año pasado y esta semana completará su primera temporada en esta categoría, concluyendo el Torneo Clausura en el séptimo u octavo puesto (dependiendo de cómo le vaya el domingo, durante su último partido).
A pesar de sus orígenes modestos y su pequeño tamaño (el club tiene unos 900 socios), el Sport Boys ya dejó su huella en la historia de Bolivia y del mundo.
En 2013 se convirtió en el primer club masculino de segunda división que tuvo una directora técnica femenina.
Se trató de Hilda Ordóñez, la secretaria general del club, quien debió asumir interinamente como DT durante dos encuentros cuando renunció el entrenador del equipo.
Eventualmente el club contrató al argentino Néstor Clausen, quien sigue dirigiendo al equipo.
Ahora el Sport Boys volverá a hacer historia cuando el presidente Morales pise el césped como jugador del club.
Sin embargo, el máximo dirigente del Sport Boys admitió que el fichaje presidencial no fue motivado por un deseo de hacer historia, sino más bien de hacer dinero.
"Es un tema de marketing, una empresa comprometió su apoyo si es que el presidente juega para el equipo", confesó Cronenbold.
Algunos también especulan con los motivos que habría tenido Morales para aceptar la propuesta, más allá de sus sueños futbolísticos.
Muchos lo consideran parte de su campaña preelectoral de cara a los comicios de octubre próximo, en los que se postulará por tercera vez a la presidencia.
